Los primeros asentamientos neolíticos: un estudio comparativo de las primeras aldeas agrícolas en distintas partes del mundo
El periodo neolítico, que se extiende desde aproximadamente 10.000 a.C. hasta 2.000 a.C., se caracteriza por el desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales, lo que llevó a la aparición de asentamientos permanentes y al surgimiento de sociedades más complejas. En este artículo, vamos a explorar los primeros asentamientos neolíticos y comparar cómo se desarrollaron en distintas partes del mundo.
Contexto histórico
El neolítico es conocido como la «revolución agrícola» ya que los seres humanos comenzaron a cultivar plantas y criar animales para su consumo. Esto llevó a una sedentarización y la creación de asentamientos permanentes. Los primeros asentamientos neolíticos surgieron en distintas partes del mundo, como el Cercano Oriente, China, Mesoamérica, Sudamérica y África.
Primeros asentamientos por lugar del mundo
En el Cercano Oriente, una de las primeras aldeas neolíticas descubiertas fue Jericó, situada en lo que hoy es Cisjordania. Jericó fue fundada alrededor del 8000 a.C. y es considerada una de las ciudades más antiguas del mundo. La aldea estaba rodeada por una muralla de piedra y tenía una torre de vigilancia. Jericó fue un importante centro comercial en su época, gracias a su ubicación estratégica en la ruta comercial entre el este y el oeste.
En China, uno de los primeros asentamientos neolíticos fue Banpo, que se encuentra cerca de la ciudad de Xi’an. Banpo fue fundada alrededor del 4500 a.C. y estaba rodeada por un foso y una muralla de tierra. La aldea tenía casas rectangulares hechas de tierra y paja y también contaba con un cementerio. Banpo es conocida por su cerámica, que es considerada una de las más antiguas de China.
En Mesoamérica, uno de los primeros asentamientos neolíticos fue la aldea de San Lorenzo, ubicada en el actual estado mexicano de Veracruz. San Lorenzo fue fundada alrededor del 1400 a.C. y era un importante centro ceremonial y comercial. La aldea tenía grandes montículos de tierra que servían como plataformas para los templos y las viviendas de los líderes.
En Sudamérica, uno de los primeros asentamientos neolíticos fue la aldea de Chavín de Huantar, ubicada en los Andes peruanos. Chavín de Huantar fue fundada alrededor del 900 a.C. y era un importante centro ceremonial y religioso. La aldea tenía grandes templos de piedra y una red de canales de agua que servían para el riego de los cultivos.
En África, uno de los primeros asentamientos neolíticos fue Nabta Playa, situada en el desierto del Sahara, en lo que hoy es Egipto. Nabta Playa fue fundada alrededor del 7000 a.C. y es conocida por sus monumentos de piedra que tienen alineaciones astronómicas. También se han encontrado restos de herramientas de piedra y hueso, así como de cerámica.
Características de los asentamientos neolíticos
A pesar de las diferencias geográficas y culturales, los primeros asentamientos neolíticos compartían algunas características comunes. En primer lugar, todos ellos eran asentamientos permanentes, lo que refleja el cambio hacia una vida sedentaria. En segundo lugar, la mayoría de las aldeas neolíticas estaban rodeadas por algún tipo de muralla o foso, lo que sugiere que la gente estaba preocupada por la seguridad y la protección. En tercer lugar, la mayoría de las aldeas tenían edificios comunitarios que servían como centros ceremoniales o para reuniones sociales.
Otra característica común de los primeros asentamientos neolíticos es el desarrollo de la cerámica. La cerámica se convirtió en una herramienta importante para la cocina y el almacenamiento de alimentos, y también para el comercio. En la mayoría de las aldeas neolíticas, se han encontrado restos de cerámica, lo que sugiere que era una actividad importante.
Además de la cerámica, el desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales fue fundamental para el surgimiento de los primeros asentamientos neolíticos. La agricultura permitió una producción de alimentos más estable y predecible, lo que a su vez permitió una mayor densidad de población en un área determinada. La domesticación de animales también fue importante, ya que proporcionaba carne, leche y otros productos derivados de los animales.
Conclusión
En resumen, los primeros asentamientos neolíticos marcaron un cambio significativo en la forma en que los seres humanos vivían y se organizaban. La agricultura y la domesticación de animales permitieron una vida sedentaria y la creación de asentamientos permanentes. Aunque surgieron en distintas partes del mundo y tenían diferencias culturales, los primeros asentamientos neolíticos compartían algunas características comunes, como la preocupación por la seguridad y la protección, la presencia de edificios comunitarios y el desarrollo de la cerámica.